Mis publicaciones

A partir de la idea que la conciencia es el punto central del trabajo psicológico transpersonal, la decisión de explorarla trae consigo un signo de despertar espiritual.
Es importante entonces ir aprendiendo a ampliar y transformar la propia conciencia. Las transformaciones individuales afectarán directamente a la evolución de la Humanidad.


Mis publicaciones

Mis publicaciones
Blog original Clik sobre la imagen

Me comprometo a Ser Mujer

mercoledì 29 maggio 2013

PLEGARIA DEL ALMA

Es la noche de un nuevo año cuando Hécate despierta con ternura mi alma para que sueñe el sueño de su anhelo. Promete ser su guía en el viaje hacia los mundos más allá de las estrellas, en las regiones profundas de brillante luz, hogar de las diosas. 

Su presencia ofrece certeza y decisión para la semilla elegida que será depositada en el terreno fértil de los jardines encantados donde mora la fuerza vital de la Gran Madre. 
Diosa de la Noche que guías mi viaje hacia los cielos, toma mi mano y acércame al lugar donde plantar mi sueño; ahí donde el rocío suave de la luna pueda nutrirlo y alentarlo a germinar; ahí donde mi semilla sea acunada por los mágicos sonidos que nacen de la dulce brisa de la quietud. 


Tú que indicas el camino a las almas navegantes despiértame a la certeza del poder de la Gran Diosa. Enséñame a usar la espada del Amor. Inunda mi alma toda de la energía de la sacerdotisa que mora en mi Ser profundo permitiendo que se expanda y vuele y se manifieste y descienda al amanecer. 
Guíala hasta la salida del Sol, mantén mi despertar frente a la luminosidad del día para que pueda seguir reconociendo su presencia mientras el mundo me toca y me sacude con sus fuertes energías. 
Haz que mi regreso al mundo sea tan suave para permitir a mi alma sentirse confortada y sostenida. 
Que mis pasos sean guiados por la luz que el alma encendió en su visita al hogar. 
Diosa de la Noche me encuentro contigo y me dejo llevar. Recuérdame que soy tu hija cuando abra mis ojos para empezar el nuevo día, un día santo que nacerá después de visitar tu templo. 
Diosa del Amor cuida de mis pensamientos cuando retorne del viaje. 


Alienta mi alabanza frente a los desafíos y sostiene mi fuerza, mi fe y mi esperanza en esa semilla que con toda confianza deposité en tu seno. 
Que cuando mis pies toquen la tierra y mis ojos vean nuevamente al mundo siga sintiendo con fuerza y claridad la energía de la Diosa. 
Madre de la Noche que mi sueño germine y se expanda en esta Tierra. Amén.

Lic. Annamaria Saracco

venerdì 26 aprile 2013

EL GRAN VIAJE DE LA VIDA


Este artículo fue seleccionado por la revista NATURAL AWAKENINGS para su primera edición en español . Florida EE UU

El viaje espiritual no consiste en conseguir lo que no se tiene, sino en descifrar la ignorancia sobre sí mismo y la vida, y en desarrollar la compresión que empieza con el despertar espiritual. Encontrar a Dios es llegar hasta el propio sí mismo. Metter Baba


Me gusta saber sobre viajes. Me estimula la sola idea de pensar en la posibilidad de viajar. Porque viajar implica moverse hacia otros lugares en una experiencia diferente a la cotidiana. Porque viajar es conocer otros sitios que ofrecen sus propias energías como algo nuevo para ser experimentado.

Cuando era niña este deseo lo resolvía fácilmente en mi mundo de fantasías. Me movía de un país a otro con toda facilidad y mis amigos imaginarios me acompañaban en cada una de mis aventuras. Fue así como supe de lejanías y de maravillas desconocidas, y como comencé a experimentar el placer de volar sin apegos ni ataduras.

Para la mayoría de las personas un viaje es la posibilidad de moverse físicamente hacia otros lugares geográficos ya sea por placer, por necesidad de descanso o para quebrar la rutina que los agobia. Pero para la inocente mirada de esta niña que fui, su significado no se limitaba sólo a esa estricta definición. Si bien no era una posibilidad real para mí en ese entonces, trasladarme tampoco era necesario para satisfacer mi anhelo. Todo transcurría libremente en el plano mental y era tan real como cualquier vivencia en el mundo de lo concreto. Fue así como esa nena de ayer descubrió un tipo de viaje diferente, en el cual el movimiento físico no tenía intervención y donde sólo ella decidía libremente dónde quería estar.
Así, mi mente volaba y las imágenes se sucedían en vívidos colores. Los paisajes se movían en forma encantada a medida que los recorría. Me desplazaba rápidamente en las geografías que visitaba aunque, muchas veces, decidía quedarme por unos instantes en el lugar y deleitarme con el suave césped y las altas montañas. Todos mis sentidos captaban esas texturas, olores, sonidos y colores de aquellos retratos imaginarios que yo misma creaba.

A medida que el tiempo pasaba y mi vida se iba desarrollando, continué descubriendo en mi imaginación imágenes de otros mundos desconocidos e inexplorados. Pero ese fuerte deseo de viajar crecía más y más en mí hasta que se convirtió en un claro objetivo en mi vida. La energía de Sagitario me impulsaba y muchos años más adelante, en los viajes físicos que emprendí como una aventura del descubrimiento, pude reconocer aquellos lugares que albergaba mágicamente en mis sueños infantiles.
Con la mirada de un niño
Durante gran parte de mi tarea profesional como psicóloga, atendiendo principalmente a niños, supe de la “sabiduría infantil” todavía sin la influencia del pensamiento lógico del mundo. Pude comprobar que el niño sabe de su capacidad innata para ser el héroe de su aventura personal. Este conocimiento es inherente a su naturaleza y su certeza le permite realizar hazañas heroicas porque allí la mente todavía no tiene mucho espacio para interferir con sus trabas y limitaciones.

Todos los niños son conscientes de la existencia de otras realidades. En sus relatos se puede observar desde contactos reales con seres de otras dimensiones hasta auténticas informaciones sobre el mundo celestial. Pero lamentablemente muchas veces esos contenidos van quedando anulados y reprimidos a medida que el niño va creciendo porque para el mundo de los adultos esas “historias” son parte del imaginario infantil y, como tal, no tienen mayor trascendencia. Es entonces donde la aparición de la lógica racional estructura creencias limitantes que nos alejan del verdadero camino del alma.

Pero no todo está perdido para aquellos adultos que quieren romper definitivamente con ese molde rígido donde la magia y la aventura pareciera no tienen lugar. Con la firme decisión y el compromiso de emprender este viaje heroico hacia el interior de nuestro Ser, es necesario desarmar todo lo andado hasta ese momento para así poder aprehender el mundo desde la mirada inocente, clara y limpia perdida en el pasado. Las realidades de otros mundos no se pueden captar si se las intenta comprender desde la lógica mental. Y en eso consiste este gran trabajo.

Resulta interesante establecer un paralelo entre la mirada que tiene el niño sobre la realidad que lo rodea y la del chamán indígena. Ambos se aventuran y se entregan a experimentar aquello que realmente sienten, sin contaminación externa alguna. La lógica no los puede alcanzar porque los dos creen firmemente aquello que ven con los ojos del alma. De esa manera pueden ingresar en una realidad intangible, no ordinaria y ser activamente partícipes de todo lo que allí ocurre. En ese sentido el psicólogo transpersonal Frances Vaughan escribió que “una mente vacía y un corazón abierto se convierten en la matriz de la sabiduría dentro de la cual pueden concebirse todas las posibilidades”. Y es allí donde tanto el niño como el chamán ponen toda su energía.

Un viaje al descubrimiento
El viaje es la expresión misma del movimiento y del cambio que se puede proyectar tanto hacia un espacio exterior (otras geografías) como hacia el interior mismo de la persona, en respuesta a un sentimiento de insatisfacción constante. Según Jung la necesidad de experiencias nuevas “es testimonio de una insatisfacción que impele a la búsqueda y al descubrimiento de nuevo horizontes”. En ese sentido el viaje puede gestarse, en un principio, como una actividad liberadora de las presiones cotidianas pero, más tarde, puede convertirse en una búsqueda consciente hacia la profunda transformación del ser.

Los viajes en los espacios del mundo físico nos ayudan a conectarnos con energías diferentes que motivarán a nuestro propio sistema energético a realizar un aprendizaje en el manejo de esas fuerzas hasta ese momento desconocidas. Es por eso que se dice que el viaje siempre es un “viaje de ida” porque al regreso de la aventura uno ya no es el mismo. La experiencia de lo nuevo nos permite transformarnos o, al menos, nos presenta el desafío para realizar una modificación interna. Pero está en nosotros mismos la decisión sobre qué hacer en el momento en que la oportunidad se presenta ante nuestros ojos. La libertad se nos es concedida una vez más como signo de confianza de que la elección que hagamos será la mejor para cada uno de nosotros en ese preciso momento.

El viaje hacia la conquista de las geografías interiores no tiene nada que ver con mapas y planos. Es una oportunidad que puede llegar a nosotros en cualquier momento de nuestra vida como contribución a esa búsqueda interior en la que nos encontramos inmersos. Cada vez que nos movemos hacia lo nuevo y lo desconocido y aceptamos firmemente el desafío de lo imprevisto estamos ampliando las fronteras de nuestra conciencia.
La vida implica una transformación constante y ese movimiento tiende a conducirnos hacia un nivel de conciencia cada vez más elevado a medida que avanzamos en el camino. Este gran viaje de la vida nos brinda una hermosa oportunidad para crecer y lleva consigo implícito un sentido de aventura y evolución. En todo ello, la libertad se hace siempre presente como una espada que nos permitirá librar cada una de las batallas y sortear cada una de las dificultades en el camino de la búsqueda interior de nuestro Ser.

Pero para encarar este viaje colmado de aventuras es necesario estar realmente preparados y abiertos a las experiencias que se presenten a lo largo del camino. Con la inocencia de un niño, con la sabiduría de un chamán y, por sobre todo, con la firme intención de descubrirnos a nosotros mismos; debemos emprender este viaje aceptando todo lo que se nos presente como un regalo de la vida. De esta manera el viaje adquirirá su verdadero sentido y se convertirá en una verdadera búsqueda de la libertad a través de la aventura interior de nuestro Ser divino. Sólo de esta manera, y una vez cruzadas todas las geografías necesarias para trascender, podremos salir nuevamente al mundo y sentirnos más libres y evolucionados… Hasta que un día sintamos nuevamente ese llamado a la aventura y nos embarquemos una vez más en una nueva experiencia de descubrimiento y crecimiento personal.


Lic. Annamaria Saracco.

giovedì 11 aprile 2013

LA EVOLUCIÓN DE LA PSICOLOGÍA: Hacia una nueva mirada del Ser

“La mente no brilla debido a su propia luz.
Sino que es un objeto iluminado por el Yo.
El Yo es ilimitado,
es la Conciencia pura
que ilumina los contenidos de la mente…
El egoísmo –la sensación limitada del yo-
surge cuando el intelecto se atribuye para sí
el poder de la conciencia”.
Pantajali

En sus inicios, la Psicología occidental buscó y se esforzó por convertirse en una verdadera ciencia. Es así que, como una experiencia de laboratorio, surgió la Psicología Conductivista. El centro de su mirada objetiva estaba puesto sólo en la conducta observable y mensurable para excluir todo aquello no accesible de ser medido.
Sin embargo, el paulatino e innegable reconocimiento de la existencia del sufrimiento psicológico por parte de los especialistas, posibilitó que el trabajo clínico comenzara a incorporar nuevos elementos que hasta ese momento no eran aceptados. Así se dio origen al Psicoanálisis cuyo foco de atención estaba centrado principalmente en los aspectos subjetivos e inconscientes.
Tanto el Psicoanálisis como el Conductivismo constituyeron el fundamento de la Psicología clínica y de la Psicología experimental dominantes durante más de la primera mitad del Siglo XX. Pero en los años 60 se empezaron a escuchar otras voces que señalaban a estos modelos como limitativos con respecto al amplio rango de variantes que puede presentar la experiencia humana. En ese sentido, se advirtió que la “vieja” Psicología partía del estudio de la psicopatología y dejaba de lado las características esenciales del psiquismo sano. Además de ello, estas escuelas se ocupaban de generalizar situaciones de laboratorio para ser aplicadas a la compleja vida cotidiana.
Todo este enfoque obligaba a hacer una lectura reduccionista de la naturaleza del Ser sin ninguna consideración por los factores espirituales constitutivos. De esta manera se negaba la existencia de otras dimensiones de conciencia y así convertía en patológicas experiencias transpersonales de suma importancia.
Las limitaciones impuestas por las lecturas mecanicistas tradicionales psicológicas fueron las que finalmente desencadenaron una crisis de disconformidad. Este movimiento crítico generó un nivel de energía que abrió nuevos espacios para el desarrollo de una nueva mirada del Ser, más abarcativa y más respetuosa de su naturaleza.
Como respuesta a esta situación, surgió un nuevo modelo psicológico que ampliaba los horizontes de la Psicología hasta ese momento conocida y desarrollaba un enfoque más completo del psiquismo. Abraham Maslow, uno de los miembros fundadores de la Psicología Humanista y de la Psicología Transpersonal, aclaró que “el surgimiento de este nuevo enfoque es a los fines de ampliar y de suplementar la visión freudiana”. Pero si bien esta visión humanista ampliaba y renovaba la conceptualización del psiquismo, hacia fines de la década del 60 se hizo necesario un nuevo viraje en el marco conceptural, y así nació la Psicología Transpersonal. “La Psicología Humanista fue el movimiento de transición hacia una “Psicología Trashumana o Transpersonal”, agregó.
La Psicología Humanista centró su estudio en la experiencia humana para contribuir al mejoramiento de la calidad de vida y el perfeccionamiento del ser humano. Esa lectura puso de relieve la posibilidad de toda persona sana de tener experiencias cumbres, plenas de sentido, intensas, beatíficas; donde expande su sensación de identidad sintiéndose unida a todo el Universo. Así, la Psicología Humanista y Transpersonal surgieron como una nueva conciencia que otorga respuestas a la experiencia humana.
La Conciencia como eje del proceso
La aparición de esta nueva conceptualización respondió a las transformaciones culturales que acontecieron en los años 60, donde la gente inició una búsqueda interna frente a la frustración del mundo materialista imperante. Muchas experiencias, catalogadas hasta ese momento como patológicas, se convirtieron para esta nueva visión en riquísimas y extraordinarias apertura de conciencia.
Oriente aportó a Occidente un singular y profundo conocimiento que configura toda una experiencia de vida milenaria. Los nuevos investigadores occidentales reconocen en las tradiciones orientales la transmisión de una profusa casuística sobre experiencias cumbres, reconociendo la validez de sus tradiciones para la inducción de estados superiores de conciencia. Es así como Occidente pudo nutrirse de los aportes orientales incorporando a sus prácticas las disciplinas meditativas y métodos específicos para la inducción a estados no ordinarios de conciencia. Así, el campo de la investigación se abrió a recibir el estudio de experiencias intensas donde los parámetros conocidos se abren a nuevas dimensiones del Ser.
La Psicología Transpersonal ha establecido un puente entre la ciencia occidental y las enseñanzas de los maestros espirituales. Por lo tanto se nutre de ambas tradiciones en un intento de integrar sus conocimientos en relación a la realización de los potenciales humanos. Esta ampliación de la cartografía del psiquismo se completó con la instrumentación del uso experimental de sustancias psicodélicas en el ámbito de la psiquiatría. El psiquiatra checo-americano Stanislav Grof, pionero en este tipo de investigaciones, se convirtió así en uno de los más grandes representantes del movimiento Transpersonal.
En los comienzos, los psicodélicos tuvieron un protagonismo impactante. Gran cantidad de personas experimentaron estados alterados de conciencia mostrando la existencia de un amplio rango de estados potenciales de conciencia. Al mismo tiempo, el auge de la meditación puso a disposición métodos para acceder a comprensiones similares sin necesidad de recurrir a las drogas. De este modo, otras ramas de la ciencia comenzaron a participar del nuevo enfoque Transpersonal que integraba a la espiritualidad con la visión del psiquismo humano, entendiendo por espiritualidad aquel modo de conciencia que busca experimentar la unión con todo lo que existe.

La visión de la Psicología Transpersonal, profunda y rigurosa, marca la configuración de un nuevo paradigma que afecta no sólo a la lectura del psiquismo humano sino a toda la realidad de la cual éste participa. Con todo ello, fue posible la evolución de una mirada mucho más amplia de la naturaleza humana y del desarrollo de la psicología donde la conciencia se convirtió en el punto principal de su enfoque.

El estudio de la conciencia y de los estados alterados constituye un capítulo fundamental de la Psicología Transpersonal. Siguiendo ese criterio, esta visión considera que todo depende del desarrollo de la conciencia. A partir de allí se descubre un amplio espectro de técnicas mediante las cuales se puede acelerar la evolución de la conciencia en cada persona y modificar su entorno. Esos procedimientos permiten el reconocimiento y el enfrentamiento de la sombra para luego integrarla, y así finalmente poder conectar con los ámbitos transpersonales de la propia psique. Por lo tanto, en el ámbito de la Psicología el enfoque Transpersonal no sólo tiene en cuenta la estructura de la personalidad y sus mecanismos sino que también toma aquello que está más allá de la personalidad y que hace a la esencia del ser humano.
Al partir de la idea de que la conciencia es el punto central del trabajo psicológico transpersonal, la decisión de explorarla trae consigo un signo de despertar espiritual. Es este sentido, se reconoce la importancia de instrumentar al individuo en el aprendizaje de cómo ir ampliando y transformando su propia conciencia. Para los psicólogos transpersonales la evolución de la Humanidad está ligada directamente a estas transformaciones individuales.
La expansión de la Conciencia
Para investigar en la propia conciencia es necesario el movimiento hacia lo desconocido de cada uno de nosotros mismos. Todos estamos invitados a transitar el camino del auto-conocimiento para adquirir progresivamente una mayor cantidad de información sobre quienes somos y para qué hemos venido al mundo. Todos estamos llamados a una toma de conciencia sobre nuestro verdadero propósito en la vida. Pero está en nosotros mismos escuchar esa llamada y entregarnos libremente a la aventura.
La conciencia es el aspecto inmaterial, no energético de la realidad primordial. Es la base invisible y la sustancia de todo el mundo objetivo. Es la capacidad de conocer, de saber, el testigo de todo cambio de tiempo y espacio, el sí mismo real. Se podría definir como una fuerza equivalente a la corriente eléctrica que al pasar por una lámpara hace que ésta tenga razón de ser. Espíritu y alma son los términos místicos relacionados con ella. La conciencia en sí misma no cambia, es inmutable. Su expresión depende de su focalización, de ahí la diferencia de su funcionamiento.
La conciencia no es personal sino transpersonal. De hecho se trata de un aspecto del Absoluto que está más allá del espacio, del tiempo, de los conceptos, de las categorías, de los límites. Su naturaleza es intangible y como tal es necesario emplear métodos que permitan ir a su encuentro.
Pero, ¿qué significa adentrarnos en lo desconocido de cada uno? Explorar la conciencia es llegar a zonas que se encuentran más allá de lo cotidiano y que permiten atravesar el límite de lo conocido. Para ello es necesario focalizarse en niveles diferentes al que estamos habituados para poder acercarnos a ese mundo interno a descubrir. En Occidente solo se han identificado un número limitado de estados de conciencia (como la vigilia y el sueño), el resto son estados patológicos que nada tienen que ver con esto.

La Psicología Transpersonal presta atención y valora los diferentes estados de conciencia e induce a su experimentación. En ese sentido, el gran teórico Ken Wilber señala que “cada nivel de conciencia está asociado a un tipo de experiencia y a una sensación de identidad definida que va desde la limitada sensación asociada a la conciencia egocéntrica hasta la llamada identidad suprema o conciencia cósmica”. Así este paradigma reconoce el potencial humano para experimentar una amplia gama de estados no ordinarios de conciencia que implican una expansión más allá de los límites del ego. Las experiencias transpersonales evidencian la existencia de una gran diversidad de dominios que se encuentran más allá del Universo físico.

Un estado de conciencia expandida se reconoce cuando una persona logra abarcar plenamente su identidad total: cuerpo-mente-espíritu-universo. Desde este reconocimiento, los estados ampliados se pueden lograr por medio de diferentes técnicas como la meditación, la ingesta de plantas enteógenas, la respiración holotrópica, la terapia de vidas pasadas, la danza, la música, los mandalas, entre otras.

A todos se nos brinda la posibilidad de trabajar en nuestra propia evolución de la conciencia y a emprender, de acuerdo a las palabras de Wilber, “un gran viaje de creciente auto-conciencia y un retorno a nuestra verdadera identidad”. La búsqueda de algo nuevo como alimento del alma desnutrida por la insatisfacción que provoca la vida ordinaria y la posibilidad de acercarse a una mayor comprensión de nuestra verdad esencial, nos llevará a una expansión de la conciencia con el objetivo de generar un cambio gradual en la percepción de nuestro propio ser y del mundo. A medida que el proceso avance y se atraviesen los diferentes dominios de la conciencia, una visión más generosa de la naturaleza del ser humano y del cosmos se irá sustentando y nos demostrará que “el Gran Viaje de la vida” ya ha comenzado y que a nuestro regreso, ya no seremos más los mismos que iniciaron este camino.

Lic. Annamaria Saracco

domenica 24 marzo 2013

EL VALOR DE PERDONAR


El perdón, desde la derivación de la misma palabra, es un "don "; don que por derecho divino nos pertenece.
 


Su manifestación está directamente asociada a una experiencia interior, a una elección voluntaria, consciente y comprometida en transitar el difícil camino de liberación desde la ignorancia hacia el despertar a nuestra verdadera naturaleza divina.
Por lo tanto configura un estado del ser, un nivel de conciencia alcanzado y su manifestación es a través del ejercicio de la compasión y el reconocimiento de una conciencia de unidad.

Es importante señalar que el ejercicio del perdón es parte del proceso de maduración de la conciencia donde la compasión y la aceptación son sus elementos constituyentes.
Este profundo trabajo exige una testimonianza permanente. Qué significa esto? Cuando todavía la conciencia no despertó a la capacidad de autoobservación, cuando todavía no puede ser testigo de si misma, es probable que aquello que llamamos "borrón y cuenta nueva " no sea genuino y por consiguiente no tenga que ver con el perdón.
En realidad perdonar no es borrar, sino a partir de una mirada más elevada, empezar a comprender como se desarrolla este "juego sagrado de la vida".
Por lo tanto en los momentos donde llegamos a percibir con ojos más limpios seguramente se estarán activando estas energías superiores.
 

El perdón tiene un poder milagroso y sanador.

Siempre el camino comienza en nuestro interior. Es una experiencia interna de despertar la que permite vislumbrar estados mentales donde la conciencia del amor y de la unicidad se revela como la esencia del Ser.
No podemos donar lo que aún no poseemos y sólo a través de la experiencia adquirimos sabiduría que luego podremos compartir y ofrecer como don.
Considero que este trabajo interior está íntimamente asociado al reconocimiento de nuestras propias heridas aún no cicatrizadas resultantes del camino de aprendizaje.
La salida hacia una nueva forma vincular es la aceptación de la reactivación de esta herida por parte de los otros como forma de reconocimiento y principio de sanación.
Entonces el perdón comenzará desde una condición de humildad y aceptación de nuestras partes todavía no maduras direccionado esta misma energía hacia el exterior.

Es difícil ejercitar el perdón como difícil es el proceso de crecimiento, aunque como parte de la tarea del despertar es totalmente posible.
Un ser que vibra en un nivel de conciencia marcadamente dualista donde la separatividad caracteriza su modo de operar, necesariamente tendrá respuestas vinculares que reflejen ese estado de conciencia.
La necesidad de protegerse, la sensación de sentirse herido, una angustia oceánica abrumadora se convierte en los propios límites de la conciencia para acceder al nivel sucesivo del viaje espiritual.
A medida que observamos nuestras propias heridas con una conciencia de involucración y responsabilidad estaremos disponiéndonos a una nueva forma vincular que invoca un nivel de energía más elevado y como consecuencia más compasivo para todos los involucrados.
Nuevamente remarco que la herida que proyectamos es nuestra propia herida que convoca y configura esa experiencia.
La comprensión es el movimiento de salida de un nivel de conciencia a otro superior.

 
El reconocimiento y valoración de querer experimentar el perdón en nuestras vidas es parte del proceso de maduración del ego. Un yo maduro puede tolerar las diferencias sin sentirse amenazado, puede aceptar las equivocaciones como parte necesaria del proceso de aprendizaje y evolución.
La aparición de la culpa direcciona la energía hacia la evasión y la autodefensa.
Un yo débil está más conectado con este nivel de funcionamiento y tiene dificultades de confrontar una experiencia de vida que desafíe sus miedos activados por la impronta kármica.
Cuando la vida es considerada como un viaje evolutivo consciente, el drama personal va debilitándose y deja paso a la auto observación y al autoconocimiento.
Es fundamental aclarar que si no somos capaces de perdonarnos, es decir, de actuar como jueces implacables, es imposible poder hacerlo con los demás.
Quizás creemos que estamos perdonando cuando en realidad justificamos y pactamos un acuerdo frente a una situación de amenaza interna.
Es importante señalar que el perdón actúa en el nivel del Amor y no en el nivel del miedo.

El camino de evolución que lleva a la iluminación, o sea, a la liberación del sufrimiento debido a la ignorancia, pasa desde el miedo al amor, de la ignorancia al conocimiento, de la dependencia a la liberación.
La sola intención del alma que descubre la necesidad de emerger de una situación que la retiene en estado de sufrimiento y dependencia, es el motor que impulsa la activación de recursos de salida. La sola intención es la plegaria que el Ser dirige a las dimensiones del Espíritu en busca de asistencia.
Considero que partiendo de la creación de un espacio interior de auto observación e involucración surgirán las condiciones necesarias para que puedan surgir las respuestas adecuadas.
Me inclino a no pensar en fórmulas sino en modos de despertar conciencia. Cada situación es un desafío para la conciencia, nos ofrece el don de descubrir la sabiduría que contiene. Este es un desafío personal.

La palabra reconciliación tiene una vibración muy especial. La asocio a una vía de encuentro y reunión.
Todos los seres tenemos un potencial para la profunda reconciliación más allá de las heridas o traumas experimentados.
El punto es donde focalizamos nuestra atención. Una conciencia enfocada en el drama y en su justificación o una conciencia centrada en un nivel de energía dispuesta e impulsada en el camino de retorno al "hogar".
El perdón es un acto de conciencia. Seguramente comienza con un acto de reconciliación desde el corazón. Y donar el perdón nace de este mismo acto de amor.
Me gustaría citar a Gandhi "Los débiles no pueden nunca perdonar. El perdón es una característica de los fuertes".

Lic. Annamaria Saracco
Publicado en la revista COMO ESTAR BIEN. Buenos Aires

La danza peregrina del alma


 El alma sabe por qué y para qué ha venido ha venido a esta Tierra.

Un viaje místico se inicia con la vivencia de esta realidad y nos invita, como conciencias itinerantes, a consagrar la vida en la comprensión de la existencia del impulso vital impreso en el anhelo álmico.

Un buen caminante se entrega en un acto de liberadora disponibilidad a que el anhelo le recuerde el camino hacia su corazón: la verdadera experiencia del reencuentro con nosotros mismos.

Un atento caminante percibe la necesidad de aflojar el paso y descender hasta las profundidades de su ser para escuchar los sonidos de su alma que testifican y certifican la particularidad de su recorrido.

Un valiente peregrino acepta el desafío ilusorio de sus sentidos físicos y se rinde humildemente al límite de su comprensión intelectual. Estimula su propia vivencia saltando sobre un intelecto reasegurante.

Una tarea ... una misión se va delineando progresivamente. Un propósito va re-significando y dando sentido al viaje. 
Una forma superior de vida va emergiendo iluminando estrechas fronteras y acariciando nuevas aventuras. Sentirse a salvo no es el camino de la Conciencia.

Todo progreso, todo proceso de crecimiento, sólo puede surgir de la posibilidad de que algo que hasta ese momento se hallaba fuera de toda experiencia resultara posible. Lo innovador surge a partir de la creencia de la posibilidad de que algo se manifieste.

Thorwald Dethlefsen expresa: "El deber de todos nosotros consiste en la evolución, y nuestro objetivo es el hombre plenamente consciente. Pero para adquirir esta plena conciencia primero hay que despertar".

Así el peregrino se apoya en la certeza que la aceptación de las pruebas que su nivel de conciencia le ofrezca lo ayudarán a ser consciente de su peregrinar en un acercamiento paulatino a la sabiduría interna.

El caminante de los mundos vibra en la constante peligrosidad de desestructurar y descontracturar sus identidades repetidamente ejercitadas para ir abrazando sus nuevas realidades. Asume el instante de su propio desconocimiento en el riesgo de convertirse en algo diferente. Reencontrarse más allá de esta nueva imagen es todo un reto. 

Favorecer el alumbramiento de la sombra conlleva fortaleza y responsabilidad.
Su reconocimiento e integración es un acto de humildad y una verdadera conquista espiritual. 

Pero el viaje no es temporal aunque se manifieste en la linealidad del tiempo. El viaje es un movimiento circular ascendente, una danza mágicamente sincrónica que nos envuelve en la eternidad de la Conciencia.

Lic. Annamaria Saracco

sabato 23 febbraio 2013

Una nueva experiencia

El miedo, el dolor, el sufrimiento, la desgarrante sensación de soledad, la desesperanza, son algunos elementos constitutivos de toda experiencia potencialmente transformadora. Cuando se reconoce su valor y se acepta transitarla alentamos un sentido de responsabilidad con la propia evolución y por ende con la Vida misma. Según Jung la necesidad de experiencias nuevas "es testimonio de una insatisfacción que impele a la búsqueda y al descubrimiento de nuevos horizontes".
 

domenica 17 febbraio 2013

El tiempo del alma

 
Nos encontramos en un nuevo giro, un cambio de paradigma. Estamos abandonando un esquema de la realidad en favor de otro que concibe la vida desde una perspectiva transformativa.

Actualmente está emergiendo en psicoterapia aquello que Stan Grof define como "un nuevo paradigma" una visión de la psiquis que rechaza el viejo dualismo (dualismo mente-cuerpo o dualismo cartesiano) y acoge el modelo holístico que considera cuerpo, mente y espíritu como partes inseparables de la entera persona. 


La psicología, hasta hace poco tiempo, se comportó en modo obsecuente con el modelo médico - empirista - mecaniscista, y sólo recientemente la revolución del paradigma científico consintió la integración de esta perspectiva médica con la mística, en el acercamiento al conocimiento del Ser Humano.
La Psicología Transpersonal, reconociendo el componente espiritual de la psiquis, presenta una perspectiva transformadora y ofrece al proceso terapéutico una nueva dimensión. 


A través de un trabajo a nivel corporal, emocional, mental y espiritual se ocupa de la tarea de preparación en la expansión de la Conciencia.
Siendo una Psicología de la Conciencia enseña el camino del conocimiento y del crecimiento más allá del yo ordinario.


La Psicología Transpersonal incluye estudios sobre la meditación, el misticismo, el despertar y el crecimiento espiritual, las experiencias psicodélicas, el chamanismo, la terapia de vidas pasadas  ...

venerdì 5 ottobre 2012

El valor de la intuición

La intuición es cualidad femenina del alma. Reconocer, valorar e incorporar su guía nos permite ser receptivos a las señales emitidas por el alma. Desestimarla es claramente desprotegerse y amputarse validando la lógica aparente.


En lo vincular rechazar los sentimientos intuitivos es legalizar un espacio de intrusión a “buenos y sensatos consejos “ajenos a nuestro mayor bien retrasando nuestro crecimiento.

Llevar a la práctica cotidiana esta vía de conocimiento es enfrentarse a un trabajo constante y persistente. Como conocimiento que nace del tejido del alma requiere la presencia de una actitud de respeto y de escucha y la configuración de un tiempo y espacio de encuentro con esta fuente de sabiduría.

Necesita la presencia de un estado de alerta y una despierta disposición interior a respaldar la conciencia de un sentir que involucra también las respuestas y los reflejos en la dimensión física
El cuerpo es un gran emisor y receptor y sus mensajes son generalmente ignorados o retraducidos en síntomas de desarmonía y enfermedad
Una observación no crítica, atenta de nuestros procesos vinculares necesariamente deviene en un trabajo de auto indagación
Crecemos asumiendo nuestras responsabilidades y a partir de este lugar podremos delimitar nuestro propio espacio de trabajo ocupándonos solo de nuestro camino, y permitiendo que cada uno crezca en la tarea de asumir su propio proceso.
Actuar desde la voz interior reclama una creciente y paulatina asunción de manifestarse desde una verdad y transparencia interior frente a las demandas de un mundo que busca y fuerza a organizarse en base a crear conciencias masivas diluyendo toda posibilidad de individuarse en un pensamiento creativo, personal, emanado de las entrañas del Ser único.
El retorno a esta fuente de conocimiento es el descenso a la confianza original donde no hay espacio para condicionamientos ni cultos a pensamientos mayoritarios , donde se legitima la experiencia sentida frente a opiniones intelectuales distantes de los tesoros que ofrece una conciencia que opera en niveles más profundos.


No desestimamos el valor de la mente racional en nuestro quehacer cotidiano pero la reubicamos y la dimensionamos en el lugar que le corresponde como constitutivo del yo inferior que es el vehiculo de la encarnación.
Al destacar el valor del conocimiento intuitivo estamos revalorizando y destacando un aspecto de la vida psíquica que está directamente asociado a la vida del alma quien es la que dirige, direcciona y significa nuestra presencia en el mundo.

Lic Annamaria Saracco.

LA FINALIDAD DE LA DESILUSIÓN

Nada en la vida debe ser temido, solamente comprendido. Ahora es hora de comprender más, para temer menos.
Marie Curie


Comprensión !!! Palabra que utilizamos tan frecuentemente y que en la mayoría de las veces, ha perdido su intensa significación. 
La comprensión es un proceso de Conciencia que nos permite estar disponibles a enfrentar el inevitable y liberador camino hacia la Verdad.
Tom
o la imagen del héroe y sus vicisitudes frente a una empresa heroica. Aceptar el desafío en modo consciente es el primer requisito válido. Despertar a un nuevo conocimiento resulta amenazante para las ilusiones construidas como creencias reaseguradoras. El héroe rompe la cáscara 
y tiene un lugar protagónico.


Se descubre en sus aspectos de valentía y coraje para hacer frente a los peligros que supone el ingreso a territorios desconocidos. Y siempre, el fin último, es el bien común. 
Como Einstein decía " la mente que se abre a una nueva idea jamás volverá a su tamaño original”. 
Este es el modo de ir creciendo en conciencia. Cuando me expando más allá de lo que me identifica me abro a una comprensión mayor de quién soy más verdadera y más abarcativa. 
Aceptemos todo proceso revolucionario para que la existencia nos transforme en modo irreversible. 
Permitir a cada velo su caída es ir destruyendo las defensas que nos separan de una zona de conciencia más verdadera. “La verdad evoluciona a cada momento y en cada cambio de conciencia.”
Sabemos que toda defensa es utilizada como elección propia frente a la "verdad" que prefiero creer. 

El proceso de enfermedad comporta estas mismas reglas. Toda enfermedad es un hecho a ser comprendido. Tiene un sentido eminentemente evolutivo: su última finalidad es el encuentro con el Ser verdadero. 

Lic Annamaria Saracco

CONCIENCIA Y VIOLENCIA

Abordar la temática de la Violencia desde una perspectiva de no involucración es como describir un fenómeno tomando la distancia óptima que sirva de autoprotección. 
Qué significa esta afirmación y a dónde nos conduce? 
Partimos del reconocimiento que toda vincularidad comporta un sentido evolutivo. Todo lo que queremos transmitir, por lo tanto, tiene que ser desde una conciencia participativa para hacerlo desde un verdadero acompañamiento y no desde una mera información despersonalizada. 

Abordar una tarea informativa, de investigación, terapéutica, de ayuda, de asistencia sin poder reconocer que estas energías nos tocan en lo más profundo de muy distintas formas,es fundamental para una intervención comprometida. 
Estamos acostumbrados a separarnos de lo que le pasa al otro y lo más grave es que esta ilusoria separación está al servicio del Ego que, a causa de su negada debilidad, necesita utilizar toda situación de "ayuda" para reafirmarse en sus escondidas debilidades. 

El vínculo terapeútico especialmente legalizó esta situación desde una teorización absolutista con formas rígidas de resolución. El avance paulatino de una conciencia participativa y compasiva ofrece la posibilidad para que los profesionales legalicen sus propias experiencias . 
Sabemos que la información no configura un conocimiento. Si esta información pasa al plano de la experiencia, de la vida , entonces devendrá en conocimiento. Entonces, si transmitimos información nada estamos comunicando porque nada ha sido encarnado. Cuando el profesional acepta su proceso de vida y aprendizaje y humildemente lo pone al servicio del "paciente " (palabra que considero inadecuada) entonces estará creando un espacio de salud.
Hoy, este proceso toma una forma diferente. Los mismos profesionales con sus propias experiencias dolorosas se animan a mostrar su humanidad y salen del lugar de perfección planteado por la ortodoxia científica. 
Toda vez que se revelan nuevas realidades nos encontramos con la necesidad de profundizar en la naturaleza del Ser humano. 
Mientras que en el posicionamiento anterior " esto le pasa al otro " el profesional es invitado a juzgar, contaminado por sus propias proyecciones, ( lo que equivaldría a decir desde la vereda de enfrente ) en una actitud crítica ,en esta nueva forma de abordaje , que surge del crecimiento de un nuevo nivel de conciencia, tiene la posibilidad de intervenir involucrándose en una tarea compartida y hermanada. 
La asimetría radica en el lugar del que conduce el proceso pero la condición de humanidad une el destino del proceso terapéutico en un resultado muy diferente. La brecha se ha derribado. La brecha es la violencia instalada en el consultorio que lastima y desvirtúa todo acto de amor. Porque en realidad este es el resultado buscado: donde hay violencia no hay amor y si no hay amor no hay sanación. 
Recordemos que en una acción despersonalizada el terapeuta queda a resguardo de la problemática misma. Es importante observar en todo proceso vincular el lugar desde donde se está transmitiendo. Aquí radica la raíz de la Violencia. 
Todos estamos enlazados, sabiamente vinculados los unos a los otros en redes relacionales de intercambio y aprendizajes mutuos. Todos somos maestros y alumnos alternativamente. Todos estamos en fuertes procesos de aprendizaje. 
Lo que diferencia a unos de otros es el grado de despertar de la Conciencia. 
Una Conciencia más despierta verá cada situación como un desafío de crecimiento. 
Los más aletargados se sentirán victimas de toda situación. 
El lugar de Victima es un lugar de trampa. NO HAY QUE AUSPICIARLO. Mantiene en bajos niveles el psiquismo y no favorece ningún proceso de evolución. 
Si somos VICTIMAS entonces polarizaremos la existencia de un culpable y así pondremos AFUERA la responsabilidad por hacernos cargo de nuestra búsqueda de bienestar .Y si así estamos posicionados va a aparecer un culpable detrás de otro para perpetuar el lugar elegido. 
Salir de la trampa es poner perspectiva a toda situación de violencia. 
Hoy estoy convencida que toda acción violenta empieza por uno mismo. Somos los autores de nuestras propias violencias auto infringidas. Mi camino hasta aquí, transitado de mas de treinta largos años de terapeuta entrelazados a mis propias experiencias, son un testimonio a esta verificación. Solo cuando empezamos a mirarnos a nosotros mismos podremos descubrir esta verdad. Y lleva tiempo.... bastante. 



El coraje y la aceptación de lo que encontraremos en esas negras profundidades lo necesitaremos para traer a la luz los tesoros ahí escondidos. Generalmente cuando emprendemos esta travesía los otros suelen cargarnos con muchas de sus "proyecciones". Creo que este es el momento de mayor tensión porque debemos continuar con nuestro camino de rescate de nosotros mismos. 
Ahí donde hay auto violencia hay herida y donde hay herida falta el amor a nosotros mismos. Las heridas se sanan poniendo amor donde hay dolor. Donde me olvidé de mi me violenté. Todo empieza desde adentro y se proyecta afuera. Si me amo puedo después compartir ese amor, cuando me olvide de mi ejercí violencia. Entonces los espejos de la realidad me lo vienen a mostrar. 
Claro que esto es difícil verlo y después aceptarlo por toda persona que no se encuentre en este tramo del camino y siga creyendo que el afuera es el causante de su cautiverio. 
Claro que existen seres que ocasionan daños y otros nutren de amor. Pero unos y otros están puestos por alguna razón en el camino. Solo es cuestión de observar. 
El auto conocimiento proporciona todos los elementos necesarios para emerger a situaciones donde las energías son más livianas y más amorosas. 
Salir de los pactos perversos es desafiar el miedo a la soledad, a la critica, a la creencia de que soy en tanto el otro me reconozca, al desamparo, a la carencia etc.… 
Por lo tanto se necesita coraje para crecer pero la recompensa es la puerta a una vida más saludable, armónica y verdadera. 
Es necesario proporcionar un nuevo modelo a la Psiquis. 



Las relaciones deben descender a niveles más profundos, recíprocos, verdaderos auténticos. Deben recordarnos nuestro potencial más elevado, aquello en lo que podemos devenir y no aquello en lo que podemos acabar. 
Estamos obligados por un proceso de Conciencia a descender y a enfrentar nuestra Sombra. Es en los territorios del mundo subterráneo donde nos encontramos al desnudo con un Yo despojado de toda ignorancia y falsas imágenes reasegurantes. 
Necesitamos descender periódicamente para ascender con menos soberbia y mayor autenticidad.

Lic. Annamaria Saracco