En los años 60 se produjo un crecimiento en el interés por el alcance potencial de la conciencia humana y por las ideas de Jung, muy adelantadas para su época. El descubrimiento junguiano demostró que la psiquis humana puede acceder a imágenes y motivos universales, arquetipos que pertenecen a un inconsciente colectivo. Además las fuerzas poderosas de las tradiciones místicas descubrieron la necesidad de crear un nuevo modelo de la psiquis donde se contemplen los contenidos de estas experiencias como emergente de lugares profundos de la psiquis no accesibles normalmente.
En ese sentido las investigaciones que Grof desrrolló a lo largo de 30 años sobre los diferentes estados ampliados de conciencia lo llevó a diseñar una nueva cartografía del psiquismo humano, adicionando a los planos personales, los niveles transpersonales: “sentimientos de unidad con el universo entero, visiones e imágenes de tiempos y lugares lejanos, sensaciones de corrientes vibrantes a través de todo el cuerpo; visiones de dioses, En ese sentido, las investigaciones que Grof desarrolló a lo largo de 30 años sobre los semidioses y demonios. Vívidos destellos de luces brillantes con colores del arco iris. Miedo a caer en una locura inminente o también a morir”. Así describe Grof a los estados extraordinarios de conciencia que permiten a quien los transita emerger de estas experiencias con una mayor sensación de bienestar y un mejor funcionamiento en su vida diaria.
El síndrome de pánico es un claro ejemplo de una verdadera crisis de emergencia espiritual. En vez de ser tomado como patología,
Lic. Annamaria Saracco
Nessun commento:
Posta un commento